lunes, 28 de enero de 2013

Tribulación 03 ¿No es un poco nihilista que el low cost pueda desfilar?

Tenemos a TopShop y River Island (Rihanna mediante) desfilando en la semana de la moda de Londres. A Mango y Desigual en la 080 de Barcelona y, según parece, a H&M en el calendario no oficial de la fashion week de París, pero en el Museo Rodin.

nihilismo


Hace unos días, Eugenia de la Torriente publicaba un artículo sobre el futuro incierto de la Alta Costura. Incierto, quizás, no por perecedero, sino porque dicho ámbito necesita evolucionar si quiere seguir aportando ese aura de lujo exclusivo y artesanal que insufla a sus marcas.

Porque todos sabemos que la Alta Costura no es directamente rentable salvo en contadas excepciones. Es por la vía indirecta como estos desfiles se convierten en rentables para las marcas de las que proceden. Es cultivando un espacio para el sueño y el deleite puramente estético como ciertas firmas logran mantener su status, su herencia y su parentesco con el arte y, en definitiva, crearnos el deseo de comprar pintalabios, bolsos y gafas de sol.

Valentino Primavera 2013. Costura, no te mueras nunca


Cualquier manual de moda comienza dividiendo el sistema en tres modelos producción ¿bien? diferenciados: Alta Costura, Prêt-á-porter y Moda Pronta. La Alta Costura está mutando poco a poco en una especie de prèt-à-porter artesanal. Éste, por su parte, roza en ocasiones la gala y el delirio artístico producido en serie...
...y ahora llamadme conservadora si queréis, pero por la fusión del prèt-à-porter con la moda pronta y el low cost no paso.No quiero desfiles de H&M en museos que albergaron colecciones de Dior. No quiero que Mango esté durante unos días al mismo nivel que diseñadores que están depositando mucho esfuerzo en sacar adelante sus proyectos. No quiero que Desigual exista, pero igual ése es otro tema.

I miss los Mayas



A la Alta Costura y el prèt-à-porter los diferencian, al margen de ciertas reglas más o menos flexibles, los modos de producción. A estos dos del  low cost, también la producción, pero sobre todo el espiritu. La diferencia, en mi opinión, es la misma que distingue a la moda de la ropa. La moda quizá no sea arte, pero tampoco ropa. Es una industria, obvio, pero también un sistema encaminado a provocar  deseos, empatías y, sobre todo, ensoñaciones. No voy a reivindicar el derecho a soñar porque no quiero parecerme a Paulo Coelho, pero creo en la necesidad de disfrutar de lo aspiracional. La normalidad es fundamental, pero la exclusividad también.

me gusta poner campañas de Tom Ford en todas partes aleatoriamente y sin venir a cuento


En mi cabeza, las marcas de moda bien gestionadas deben parecerse bastante al carácter de una persona: con una o dos virtudes que las definen y las hacen únicas, con sus pequeñas incoherencias, sus esfuerzos por adaptarse a las circunstancias, su aprendizaje inacabable, su particular forma de expresarse...H&M es una marca, claro, pero una marca de ropa, no de moda: su personalidad se basa en emular las distintas personalidades de las marcas de moda, es un enorme continente cuyo contenido cambia a la velocidad de la luz porque se define por la forma, no por el fondo. Produce lo que tiene que producir y no lo que quiere producir, cambia drásticamente sin sufrir daños, cubre todas las líneas posibles para cubrir a todos los púlbicos posibles. Con Prada te identificas, en H&M compras para emular el modelo al que aspiras. En las semanas de la moda se vislumbran las tendencias, en H&M te equipas con la tendencia que otros han propuesto.

Un desfile, bueno o malo, es una propuesta. Me pregunto qué propuestas puede aportar una marca de ropa más allá de la reformulación de las marcas de moda. Pero incluso aportando innovación, estas marcas no podrían mostrar una línea concreta y coherente como la del resto de los desfiles porque se definen por lo contrario. Y en mi cabeza, un desfile no son un puñado de prensas para todos los gustos y edades, eso es más bien un centro comercial en movimiento.

Ciertas marcas de moda, además, tienen nombre propio y se esfuerzan por conservar el status de "firma": su modo de expresarse y los elementos que la rodean  pasan por hacernos creer que sus creaciones van firmadas al modo en que un artista firma un cuadro, son producto de una genialidad individual y condensan una tradición centenaria o una habilidad especial. Esto será verdad, mentira o todo lo contrario, pero el deseo y la aspiración tiene formas retorcidas de manifestarse y, desde luego, ver desfilar a H&M en el mismo espacio en el que desfilaron firmas reconocidas es casi un sacrilegio. Porque la moda, entre otras muchas cosas, es cultura, e introducir al low cost en los programas de desfiles es tirar por tierra los valores de un negocio rentable, sí, pero también cultural, patrimonial e incluso histórico.

El futuro es una distopía con monos pijameros de H&M en la Fundación Mapfre


Y ojo, soy la primera que se manisfestaría en la puerta de Zara para que Amancio clonara algunas de las prendas que veo en los desfiles.Pero un desfile no tiene que ser cotidiano, que de cotidianidad vamos sobrados. Un desfile tiene que ser espectacular, inaccesible, creativo, original y extra-ordinario, un motor de ensoñaciones y deseos.
Esa cosa llamada "lujo democrático" siempre me pareció un oxímoron; el lujo, por definición, tiene que levantar barreras, que a veces no serán económicas, pero nunca pueden ser democráticas. Ir a golpe de talonario para desfilar dentro de un calendario prestigioso e imponer la idea de "moda democrática" me parece igual de contradictorio, porque la moda se alimenta de distinción y aspiración ( repito, a veces no económica) no de uniformizaciones y rutinas cotidianas.

Última colección de Simons pra Jil Sander. Reivindico mi derecho inalienable al síndrome de Stendhal


Y algunos pobres, que no podemos permitirnos ciertos lujos y ciertas marcas, no queremos que se apiaden de nosotros, todo lo contrario. Que clonen, sí, pero que respeten nuestro derecho visual a lo exclusivo, lo bello y lo lujoso. Queremos Vogues Italias, no catálogos del Venca, queremos semanas de París, no desfiles de programa de Telecinco. Queremos desear que clonen lo que vemos, no ver directamente los clones metidos en un museo.




3 comentarios:

  1. Qué dificil es encontrar en la red algún contenido sobre moda con cierto criterio y profundidad. Llevo tiempo buscando y rebuscando algún blog donde se trate el tema de la moda desde un punto de vista más cultural y más profundo, pero sólo encuentro egobloggers que se sacan fotos con ropa, todas iguales siguiendo un mismo patrón.

    Descubrir este post me ha encantado! Ha sido como un soplo de aire fresco. Una maravilla!

    Gracias por escribir algo así!

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    1. Gracias a ti por leerlo y por las cosas tan molonas que me dices :)

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